Bueno pues primero: muchísimas gracias al blog The Mortal Instruments News en Español cuyo enlace pongo al final de la entrada. Y no voy a decir nada más. Simplemente os deseo que disfrutéis de todos los adelantos, que no matéis a Cassie aunque os entren ganas que todavía tiene que escribir muchos libros y os aviso, lógicamente contiene SPOILERS:
Marzo 2011:
1)
"Él
es un cazador de sombras" dijo Jocelyn. "Su lealtad será para la
Clave.""Él es mi amigo," dijo Magnus fríamente. "Su lealtad es para mí."
2)
"Nunca me preocupó" dijo él. "Te quise de todas maneras. Siempre te quise a ti." (JACE)
Abril:
1)
Magnus hizo un suave sonido de satisfacción, y se apoderó de la parte de atrás de la camiseta de Alec.
2)
"Has robado un barco," le espetó ella. "¿Qué estoy haciendo contigo, ladrón de barcos lunático?"
3)
Sebastian nunca hace nada solo por diversión”.
Jace cogió las manos de Clary y la empujó hacia él. "Pero yo sí."
Mayo:
1)
"¿Es feliz él así? ¿Realmente feliz? Y sí lo es, ¿qué estás salvando de él?"
2)
"Bueno, hola, Madre," dijo Sebastian con voz como la seda. "¿Sorprendida de verme?"
Junio:
1)
"Necesito a Jace," dijo Sebastian. "Pero en su corazón, él no es como yo. Pero *tu* sí lo eres."
2)
Eres un Lightwood," dijo ella. “ Tu familia nunca se da por vencida. Sabía que no dejarías que lo que te dije anoche quedara así como estaba.”
3)
"Tienes un corazón oscuro en ti, hija de Valentine," dijo él. "Tu solo no lo admitirás. Y si quieres a Jace, mejor acéptalo. Porque ahora él me pertenece."
4)
"Yo no doy falsas esperanzas," dijo Izzy, y empujó la botella de tequila lejos de ella. Sus ojos, en Jordan, eran vívidos y oscuros. "Ven aquí, chico lobo."
Julio:
1)
"Te quiero conmigo," dijo. "Pero quiero que sea tu elección. Una vez vayamos, no habrá vuelta atrás."
2)
"Yo conozco sobre los parabatai," dice Magnus, con un enfado y oscuro transfondo en su voz. "He conocido parabatai tan cercanos que casi eran la misma persona; ¿Sabes lo que sucede, cuando uno de ellos muere, al que queda -?”
3)
"No te lo tomes a mal, pero hueles como Magnus"
4)
Clary subió hasta la caja registradora, y se arrojó desde la cima cuando su arma explotó de luminosidad. Aterrizó sobre el demonio golpeándolo en el suelo. Uno de sus brazos como anguilas la golpeó, y ella lo rebanó como látigos con su cuchilla. Sangre negra salió a borbotones, quemando su piel desnuda por debajo de las muñecas. El demonio la miró con ojos rojos y asustados.
"Para," dijo con un susurro sibilante. "Podría darte todo lo que quisieras -"
"Tengo todo lo que quiero," dijo ella, y bajó su cuchillo serafín.
5) Escena eliminada:
Simon alucinaba. "¿Magnus?". Una sonrisa.
"Hola, Vampiro Diurno."
"No te ofendas, pero nunca hubiera esperado que me llamaras antes."
"Es apenas una llamada social." Había un sonido de fondo; un murmuro de voces. "Simon, tienes -"
"No, me refiero que no te imaginaba usando el teléfono. Más bien - apareciendo en una explosión de luz."
Agosto:
1)
"Brujo," dijo él. "Sé quién eres."
Magnus subió las cejas. "¿Lo sabes?"
"Magnus Bane. Destructor del demonio Marabas. Hijo de --"
"Ahora," dijo Magnus, rápidamente. "No hay necesidad de entrar en todo eso."
"Pero la hay." El demonio sonó razonable, incluso divertido. "Si es asistencia infernal la que precisas, ¿porqué no convocas a tu padre?"
Alec miró a Magnus con la boca abierta.
2)
Maia estaba esperando en MacCarren Park, en uno de los estrechos caminos espolvoreados con los esqueletos de las hojas caídas. Llevaba una chaqueta de cuero gris y un sombrero de color rosa suave, hundido hasta las orejas, hacia que su cabello se encrespara violentamente escapando en un halo dorado. Saludó con la mano, ya que tentativamente se acercaban a ella, las primeras palabras de su boca fueron: "¿Has oído acerca de Luke?"
Todos asintieron - Sino había dicho a Isabelle y a Jordan lo que sabía sobre el viaje en tren de Luke - ella se puso a caminar junto a Jordan, a su paso por el parque, eran un grupo de cuatro personas en movimiento. Jordan tenía las manos en los bolsillos y estaba hablando en voz baja a Maia, de hombre lobo a hombre lobo.
Simon miró a Isabelle, caminando en silencio junto a él. La débil luz del sol de noviembre había salido detrás de las nubes y destacaba el rojizo de su cabello. Olía a su propio champú de manzana y a un cazador de sombras.
"Entonces," dijo. "¿Quieres que te pregunte por qué te desmayaste en mi cama ayer por la noche cuando llegué a casa, ¿o no?"
"No me desmayé en la cama," dijo, ya que giró a la izquierda de la Avenida de Manhattan. La parada del Tren G estaba allí, y un hombre estaba apoyado en la barandilla, tocando una canción sin melodía en una guitarra. Cruzando la calle había una tienda de Thrifty en el que aún se podía conseguir conos de helado a 50 centavos. "Me desmayé en la sala de estar y Jordan me puso en su habitación."
"¿En serio?"
"Bueno, si no fue Jordan, alguien entró en su casa y me puso en la cama. Personalmente prefiero la teoría de Jordan. Es menos espeluznante."
"No es eso, ¿qué estabas haciendo, borracha, con Jordan? Él no bebe mucho."
"No te imaginas. Tiene un gusto horrible con el tequila."
"Izzy," Simon puso su mano en su muñeca. "Sólo quiero saber por qué viniste."
Ella volvió la cabeza lejos de él, su pelo negro brillante se deslizaba por su espalda. Tenía una pequeña marca en la parte inferior izquierda de la garganta, justo por encima de la clavícula. Se veía vulnerable, de alguna manera. Simon quería sentirla con los dedos, pero mantuvo las manos en los bolsillos.
"Todo apesta," dijo. "Vi a Helen y Aline ayer por la noche. Nos tomamos la cena. Son tan felices, y sigo pensando," se mordió el labio. "Mis padres se están divorciando, eso creo," dijo. "Alec es feliz, pero nunca lo veo. Jace es [censurado, ¡lo siento chicos!]. Max está muerto. Y Clary..."
"Lo entiendo," dijo, con suavidad. "Necesitas a alguien con quien hablar y no podías pensar en nadie más."
"¡No!," dijo Isabelle, la frustración era evidente en su voz. "Quería hablar contigo. Yo siempre... Quiero decir, me gusta hablar contigo. Aunque las cosas no fueran así, lo haría... "Ella lo miró de soslayo. "Quiero decir, aunque siguiéramos saliendo."
"Pero no fue así... Nunca fue serio," dijo Simon con torpeza. "No pensé que tu querías..."
"¿En serio? ¿Quieres que sea en serio?," preguntó Isabelle. Había cierta rigidez en su voz - el orgullo, pensó Simon. Isabelle no era el tipo de chica que daba el primer paso con los chicos. Ella no era la clase de chica que tenía que hacerlo.
"¿En serio?".
Isabelle hizo un ruido exasperado.
"Mira, yo no vine la noche anterior, porque eres el número seis en una lista y todos los demás no estaban disponible. Vino porque... Me gustas. Tú me haces sentir mejor. Quizás es algo acerca de tu cara."
"¿Mi cara te hace sentir mejor?" Lo que ella estaba diciendo que era tranquilizador, dulce, confiable, todas esas cosas, cosas que él sabía Clary pensaba de él, cosas que no podía ayudarle a ver en Jace. A Isabelle le gustaban los tipos peligrosos, no tranquilizadores. Tranquilizador como los animales de peluche. ¿Cómo podía ser un vampiro, y no ser sexualmente amenazante? No estaba seguro, pero de alguna manera, lo había logrado.
Se salvó de conversación más a su llegada al apartamento de Magnus, el lobby como siempre, olía como una combinación de orina de gato y la pizza rancia. Simon caminó por las escaleras después de Isabelle - recordando la primera vez que había estado en aquel lugar, aplastó a Izzy y con la secreta esperanza de que Clary se pusiera celosa, no, eso no había funcionado. El apartamento de Magnus había estado lleno de humo de arco iris y subterráneos, ahora, y ahora prestándole atención, era tranquilo y estaba lleno de la luz del sol del mediodía.
Magnus, Jocelyn y Alec estaban sentados alrededor de una mesa rectangular. Magnus tenía en la mano una taza de café, vestía un traje de color verde oscuro con franjas amarillas, su pelo negro era una masa desordenada. Alec parecía... Alec. Alzó las cejas a su hermana cuando ella entró en la habitación, pero no parecía inclinado a matar a nadie.
Pero Jocelyn miró a Simon con los ojos tan penetrantes como si fueran uñas. "¿Dónde está Clary?," preguntó con firmeza.
3)
"Entra ahí. Mata a mucha gente. Intenta que no te maten." Consejo de batalla de Jace, Ciudad de las Almas Perdidas.
Septiembre:
1)
"Así es como trabajan las hadas, no hacen favores."
2)
"Alec no está feliz," dijo Magnus, como si ella no hubiera hablado.
"Jace," dijo Magnus, y sus manos se hicieron puños en sus lados. Isabelle se lo quedó mirando. Ella siempre pensó que a él no le importó Jace; le gustaba, incluso, una vez que la cuestión del afecto de Alec había sido sellada. Bien alto, dijo ella:
"Pensé que erais amigos."
"No es eso," dijo Magnus. "Hay algunas personas - gente en el universo que parece estar señalado por el destino. Favores especiales y tormentos especiales. Dios sabe que todos buscamos lo que es bello y roto; yo lo he estado, pero algunas personas no pueden arreglarse. O si puede, es solo con amor y sacrificio tan grande que destruye al donante."
Isabelle sacudió la cabeza lentamente. "Me he perdido. Jace es nuestro hermano, pero por Alec -Jace es su parabatai también -"
"Sé sobre parabatai," dijo Magnus, su voz elevándose un tono. "He conocido parabatais tan unidos que eran casi la misma persona; ¿sabes lo que les sucede, al que queda solo?"
"¡Para!" Isabelle se tapó las orejas con sus manos, y las quitó lentamente. "Como te atreves, Magnus Bane," dijo ella. "Como te atreves a hacer ésto peor de lo que es -"
"Isabelle," las manos de Magnus aflojaron, miraba con los ojos muy abiertos, como si su explosión le hubise sorprendido también a él. "Lo siento, a veces... que a pesar de todo tu autocontrol y fuerza, posees la misma vulnerabilidad que Alec."
"No hay nada débil en Alec," dijo Isabelle.
"No," dijo Magnus. "Amar así como eliges, eso requiere fuerza. La cosa es, te quería aquí por él. Hay cosas que no puedo hacer por él, que no puedo darle..." Por un momento Magnus se vio extrañamente vulnerable. "Conoces a Jace desde hace tiempo tanto tiempo como él. Puedes darle amor que yo no puedo. Y te ama."
"Por supuesto que me quiere. Soy su hermana."
"Amor no es sangre," dijo Magnus, y su voz era amarga. "Pregúntale a Clary."
3)
"Por lo que a mi respecta, esto es lo peor que ha pasado desde que descubrí porqué Magnus fue vetado en Perú." Jace
Octubre:
1)
Alec se quitó los calzoncillos rápidamente y se metió en la cama, esperando no despertar a Magnus. Sin embargo...
2) Escena Eliminada.
Clary negó con la cabeza. "Hay más en la honestidad de... que en una disposición de las palabras. Dicen que las hadas no pueden mentir, pero mentir en sus intenciones, su actitud, su comportamiento -"
"¿Y los humanos no?" La reina deslizó la mirada a través de Clary y Simon. "Este vampiro, este diurno, te trae a todas partes - él es el único cuyo beso no te agrada, aquí en mi corte, ¿no? ¿Te preocupas por él en absoluto, o sólo es la marca de Dios sobre él lo que hace que le lleves contigo, como un escudo? Y tú," añadió, volviéndose hacia Simon,"tú que la amabas, ahora le prestas tu poder nada despreciable para su proyecto de encontrar al que más ama? ¿Dónde está la ventaja para ti?"
"Ah," dijo la reina. "La estupidez, quieres decir."
"Yo no lo llamaría así." Clary no podía dejar de estar impresionada.- la última vez que había estado aquí Simon se había sentido demasiado incómodo y fuera de su terreno por decirlo en pocas palabras, pero ahora lo estaba llevando muy bien. "Ahora, ¿quieres que la ____ o no? Tenemos asuntos que atender."
Clary vio por el estrechamiento de los ojos de la Reina que había jugado duro - tal vez demasiado - en el orgullo de mujer de hadas, pero un momento después, la Reina sonreía, y las criaturas de las paredes gritaron con admiración.
"Jugadora como su padre," dijo, y Clary lo sintió como una patada en el estómago. "Muy bien, ¿Qué le gustaría de mí a cambio de los ____? Voy a decidir si su propuesta merece una negociación."
3)
Simon, he estado intentando llamarte pero parece que tu teléfono está apagado. No sé dónde estás ahora mismo. No sé si Clary ya te ha contado lo que ha pasado ésta noche. Pero tengo que ir a casa de Magnus ahora mismo y me gustaría que estuvieras allí. Nunca me asusto pero estoy asustada por Jace. Estoy asustada por mi hermano. Nunca te pido nada, Simon, pero te lo estoy pidiendo ahora. Por favor, ven.
- Isabelle.
Noviembre:
1)
"¿Por qué lo hiciste?" Clary preguntó.
"¿Por qué hice
qué?"
"Ayudarme ahí
detrás.""Eres mi hermana."
Ella tragó. A la luz de la mañana, la cara de Sebastian tenía algo de color. Tenía quemaduras leves por todo su cuello dónde el icor del demonios le había salpicado. "Nunca te preocupaste de que fuera tu hermana antes."
"¿No lo hice?" Sus ojos la recorrieron de arriba a abajo. "La muerte de nuestro padre," dijo él. "No hay más parientes. Tú y yo, somos los últimos. Los últimos de los Morgensterns. Eres la última que queda cuya sangre corre por mis venas, también. Eres mi última oportunidad."
2)
"Mátame, hermanita. Mátame y matarás a Jace, también."
Diciembre:
1)
"Dime", dijo Isabelle. "Quién era. Con quién tenia mi padre un affair."
2)
"¿Qué le has echo a mi gato?" exigió Magnus, volviendo al comedor llevando un bote de café, con un círculo de tazas flotando alrededor de su cabeza como un modelo de los planetas rotando alrededor del sol. "Has bebido su sangre, ¿verdad? ¡Dijiste que no tenías hambre!"
3)
Jace saltó sobre el mostrador con un solo movimiento, aterrizando al lado de Clary. Se arrodilló y la atrajo hacia sí, pasando sus manos sobre ella, sus ojos negros y oro con preocupación.
Ella le cogió por las muñecas.
"Estoy bien," dijo. Su corazón latía con fuerza, su sangre seguía cantando en sus venas. Él abrió la boca para decir algo, pero ella se inclinó hacia adelante y puso sus manos a ambos lados de su rostro, sus uñas cavando. "Me siento bien," dijo, y le dio un beso, fuerte y duro, y él le devolvió el beso, revuelto y sudoroso y sangriento, y probando la sal en su propia boca, aunque no sabía si era la sangre de él o de ella.
4)
"Oh, cállate," dijo ella, y le
besó. Esto tuvo marginalmente más éxito. Simon había besado a Isabelle antes.
Amaba la textura de sus labios suave, la manera en que sus manos sentía su pelo
negro y largo. Pero mientras ella se presionaba contra él, por el pulso de la
sangre de ella - y el chasquido de sus colmillos mientras salían.
5)
Maryse tomó un tembloroso suspiro. "Sé
que debería mostrárselo a la Clave," dijo ella. "Pero están cazando a
Jace. Le matarán si le encuentran. Y si embargo, guardármelo para mi misma es
sin duda traición."
5)
Enero
2012:
Clary miró a Alec
continuamente. Recordó lo que Isabelle le había dicho antes, sobre lo de saber
si Jace estaba muerto o no, y lo que ella había respondido. "Alec," dijo
ella. "¿No sientes nada?"
Los ojos de Alec
se abrieron, su azul oscureciéndose, y por un momento, Clary recordó al chico
que la había odiado cuando llegó al Instituto, el chico con las uñas mordidas y
agujeros en sus jerseys y una viruta en su hombro que parecía inamovible. "Sé
que estás enfadada, Clary," dijo él, su voz fuerte, "pero si estás
sugiriendo que Iz y yo nos preocupamos menos por Jace que tu -"
"No lo
hago," dijo Clary. "Estoy hablando de tu conexión de
Parabatai."
Prólogo
Simon se levantó y se quedó aturdido en la puerta de su casa.
Nunca había conocido otro hogar. Era la casa en la que sus padres le habían llevado cuando él nació. Había crecido dentro de aquellas paredes adosadas de Brooklyn. Había jugado en la calle bajo la frondosa sombra de los árboles en verano, y había hecho los trineos improvisados con las tapas de la basura en invierno. En aquella casa toda su familia se había sentado en el shivá después de que su padre muriera. Aquí había besado a Clary, por primera vez.
Nunca había imaginado que un día la puerta de aquella casa se cerraría para él. La última vez que había visto a su madre, ella lo había llamado monstruo y rezo para que él se marchara. Él le había hecho olvidar que era un vampiro con un glamour, pero no sabía cuánto tiempo duraría el glamour. Mientras estaba en el aire frío del otoño, mirando fijamente delante de él, sabía que no había durado bastante.
La puerta estaba cubierta con estrellas de David salpicadas en la pintura, la forma de una incisión de un símbolo de Chai, que represetaba la vida. Tefilín se unía a la perilla de la puerta. Hamesh, la mano de Dios, cubiertos por una mirilla.
Aturdido colocó su mano sobre la mezuzá de metal colocada en el lado derecho de la puerta. Vio como el humo se eleva desde el lugar en donde su mano tocó el símbolo sagrado, pero no sentía nada. No había dolor. Sólo una blancura terrible y vacía subiendo poco a poco en una rabia fría.
Pateó la parte inferior de la puerta y escuchó el eco por toda la casa. "¡Mamá!" gritó. "Mamá, ¡soy yo!"
No hubo respuesta, sólo el sonido de los tornillos de la puerta. Su oído desarrollado había reconocido los pasos de su madre, su respiración, pero no dijo nada. Podía oler el miedo y el pánico incluso a través de la madera. "¡Mamá!" Su voz se quebró. "Mamá, esto es ridículo! ¡Déjame entrar! Soy yo, ¡Simon!"
"¡Fuera!" Su voz era áspera, irreconocible por el terror. "¡Asesino!"
"Yo no mato a gente." Simon apoyó la cabeza contra la puerta. Sabía que probablemente podría derribarla, ¿pero sería capaz de hacerlo? "Te lo dije. Bebo sangre de animales."
La oyó susurrar en voz baja, varias palabras en hebreo. "Has matado a mi hijo", dijo. "Lo has matado y pusiste un monstruo en su lugar."
"Yo soy tu hijo."
"Usas su cara y hablas con su voz, ¡Pero no eres él! ¡No eres Simon!" Su voz se elevó a casi un grito. "Aléjate de mi casa antes de que te mate, monstruo!"
"Becky", dijo. Su rostro estaba mojado, levantó sus manos para tocarlo, y quedaron manchadas: Sus lágrimas eran de sangre. "¿Qué es lo que dijo Becky?"
"Manténte alejado de tu hermana." Simon escuchó un estruendo dentro de la casa, como si algo hubiera sido derribado.
"Mamá", dijo de nuevo, pero esta vez su voz no se levanto. Salió como un susurro ronco. Su mano había comenzado a palpitar. "Tengo que saber como esta Becky mamá, abre la puerta. Por favor"
"Mantente alejado de Becky!" Ella fue alejándose de la puerta, podía oírlo. Luego vino el sonido inconfundible de la puerta de la cocina al abrirse, el crujido del linóleo, mientras caminaba en él. El sonido de un cajón que se abría. De repente, se imaginó a su madre agarrando uno de los cuchillos.
Antes de que te mate, monstruo.
La idea le hizo retroceder sobre sus talones. Si ella le atacaba, la marca se activaría. La destruiría, al igual que había destruido a Lilith.
Bajó la mano y retrocedió lentamente, tropezando por las escaleras y a través de la acera, iría a buscar el tronco de uno de los grandes árboles que daban sombra a la manzana. Se quedó donde estaba, mirando a la puerta de su casa, marcada y desfigurada con los símbolos de odio de su madre para él.
No, se recordó. Ella no lo odiaba. Ella pensó que estaba muerto. Lo que odiaba era algo que no existía. Yo no soy lo que ella dice que yo soy.
No sabía cuánto tiempo tendría que estar allí mirando, si su teléfono no hubiera comenzado a vibrar en bolsillo de su chaqueta.
Alargó la mano hacia ella reflexivamente, dándose cuenta de que el patrón de las estrellas de David que le habían quemado estaban marcadas en la palma de su mano. Cambió de mano para poder poner el teléfono en su oído. "¿Hola?"
"¿Simon?" Era Clary. Se escuchaba sin aliento. "¿Dónde estás?"
"En casa", dijo e hizo una pausa. "La casa de mi madre," se corrigió. Su voz sonaba hueca y distante a sus propios oídos. "¿Por qué no estás en el Instituto? ¿Están todos bien?"
"De eso se trata", dijo. "Después de que te marchaste, Maryse volvió a bajar de la azotea, donde se suponía que Jace esperaba. No había nadie allí."
Simon se quedo mudo. Sin llegar a darse cuenta de que estaba haciendo, al igual que una muñeca mecánica, comenzó a caminar por la calle, hacia la estación de metro. "¿Qué quieres decir?, ¿Cómo que no había nadie allí?"
"Jace se ha ido," dijo ella, podía oír la tensión en su voz. "Y también Sebastian".
Simon se detuvo a la sombra de un árbol desnudo de ramas. "Pero él estaba muerto... Está muerto, Clary"
"Entonces dime por qué él no está allí, porque no", dijo su voz por fin se rompió. "No hay nada allí, solo una gran cantidad de sangre y vidrios rotos. Los dos se han ido, Simon. Jace se ha ido."
Nunca había conocido otro hogar. Era la casa en la que sus padres le habían llevado cuando él nació. Había crecido dentro de aquellas paredes adosadas de Brooklyn. Había jugado en la calle bajo la frondosa sombra de los árboles en verano, y había hecho los trineos improvisados con las tapas de la basura en invierno. En aquella casa toda su familia se había sentado en el shivá después de que su padre muriera. Aquí había besado a Clary, por primera vez.
Nunca había imaginado que un día la puerta de aquella casa se cerraría para él. La última vez que había visto a su madre, ella lo había llamado monstruo y rezo para que él se marchara. Él le había hecho olvidar que era un vampiro con un glamour, pero no sabía cuánto tiempo duraría el glamour. Mientras estaba en el aire frío del otoño, mirando fijamente delante de él, sabía que no había durado bastante.
La puerta estaba cubierta con estrellas de David salpicadas en la pintura, la forma de una incisión de un símbolo de Chai, que represetaba la vida. Tefilín se unía a la perilla de la puerta. Hamesh, la mano de Dios, cubiertos por una mirilla.
Aturdido colocó su mano sobre la mezuzá de metal colocada en el lado derecho de la puerta. Vio como el humo se eleva desde el lugar en donde su mano tocó el símbolo sagrado, pero no sentía nada. No había dolor. Sólo una blancura terrible y vacía subiendo poco a poco en una rabia fría.
Pateó la parte inferior de la puerta y escuchó el eco por toda la casa. "¡Mamá!" gritó. "Mamá, ¡soy yo!"
No hubo respuesta, sólo el sonido de los tornillos de la puerta. Su oído desarrollado había reconocido los pasos de su madre, su respiración, pero no dijo nada. Podía oler el miedo y el pánico incluso a través de la madera. "¡Mamá!" Su voz se quebró. "Mamá, esto es ridículo! ¡Déjame entrar! Soy yo, ¡Simon!"
"¡Fuera!" Su voz era áspera, irreconocible por el terror. "¡Asesino!"
"Yo no mato a gente." Simon apoyó la cabeza contra la puerta. Sabía que probablemente podría derribarla, ¿pero sería capaz de hacerlo? "Te lo dije. Bebo sangre de animales."
La oyó susurrar en voz baja, varias palabras en hebreo. "Has matado a mi hijo", dijo. "Lo has matado y pusiste un monstruo en su lugar."
"Yo soy tu hijo."
"Usas su cara y hablas con su voz, ¡Pero no eres él! ¡No eres Simon!" Su voz se elevó a casi un grito. "Aléjate de mi casa antes de que te mate, monstruo!"
"Becky", dijo. Su rostro estaba mojado, levantó sus manos para tocarlo, y quedaron manchadas: Sus lágrimas eran de sangre. "¿Qué es lo que dijo Becky?"
"Manténte alejado de tu hermana." Simon escuchó un estruendo dentro de la casa, como si algo hubiera sido derribado.
"Mamá", dijo de nuevo, pero esta vez su voz no se levanto. Salió como un susurro ronco. Su mano había comenzado a palpitar. "Tengo que saber como esta Becky mamá, abre la puerta. Por favor"
"Mantente alejado de Becky!" Ella fue alejándose de la puerta, podía oírlo. Luego vino el sonido inconfundible de la puerta de la cocina al abrirse, el crujido del linóleo, mientras caminaba en él. El sonido de un cajón que se abría. De repente, se imaginó a su madre agarrando uno de los cuchillos.
Antes de que te mate, monstruo.
La idea le hizo retroceder sobre sus talones. Si ella le atacaba, la marca se activaría. La destruiría, al igual que había destruido a Lilith.
Bajó la mano y retrocedió lentamente, tropezando por las escaleras y a través de la acera, iría a buscar el tronco de uno de los grandes árboles que daban sombra a la manzana. Se quedó donde estaba, mirando a la puerta de su casa, marcada y desfigurada con los símbolos de odio de su madre para él.
No, se recordó. Ella no lo odiaba. Ella pensó que estaba muerto. Lo que odiaba era algo que no existía. Yo no soy lo que ella dice que yo soy.
No sabía cuánto tiempo tendría que estar allí mirando, si su teléfono no hubiera comenzado a vibrar en bolsillo de su chaqueta.
Alargó la mano hacia ella reflexivamente, dándose cuenta de que el patrón de las estrellas de David que le habían quemado estaban marcadas en la palma de su mano. Cambió de mano para poder poner el teléfono en su oído. "¿Hola?"
"¿Simon?" Era Clary. Se escuchaba sin aliento. "¿Dónde estás?"
"En casa", dijo e hizo una pausa. "La casa de mi madre," se corrigió. Su voz sonaba hueca y distante a sus propios oídos. "¿Por qué no estás en el Instituto? ¿Están todos bien?"
"De eso se trata", dijo. "Después de que te marchaste, Maryse volvió a bajar de la azotea, donde se suponía que Jace esperaba. No había nadie allí."
Simon se quedo mudo. Sin llegar a darse cuenta de que estaba haciendo, al igual que una muñeca mecánica, comenzó a caminar por la calle, hacia la estación de metro. "¿Qué quieres decir?, ¿Cómo que no había nadie allí?"
"Jace se ha ido," dijo ella, podía oír la tensión en su voz. "Y también Sebastian".
Simon se detuvo a la sombra de un árbol desnudo de ramas. "Pero él estaba muerto... Está muerto, Clary"
"Entonces dime por qué él no está allí, porque no", dijo su voz por fin se rompió. "No hay nada allí, solo una gran cantidad de sangre y vidrios rotos. Los dos se han ido, Simon. Jace se ha ido."
Febrero: 1) Extracto de Escena especial Día de San Valentín #1 (Eliminada)Jace dejó lo que estaba presionando sobre el alféizar de la ventana y se acercó hacia ella. Ella fue a apoyarse contra él, y la mano de él se deslizó por debajo de su camiseta y descansó cariñosamente, posesivamente, en la parte inferior de su espalda. Se inclinó para besarla, dulcemente al principio, pero la dulzura se fue rápidamente y pronto ella estaba presionada contra el cristal de la ventana, las manos de él en el dobladillo de la camiseta de ella - su camiseta -
"Jace." Ella se alejó un poco.
"Estoy segura que la gente de la calle puede vernos."
"Podríamos..." Hizo un gesto
hacia la cama. "Movernos... hacia allí."
Ella sonrió. "Lo has dicho como si
te hubiera costado un rato llegar a esa idea."
Cuando él habló, su voz se amortiguó
contra su cuello. "Qué puedo decir, haces que mis pensamientos vayan más
lentos. Ahora sé lo que es ser una persona normal."
"¿Cómo... es?" Las cosas que él
hacía con su mano bajo su camiseta la distraían.
"Terrible. Ya he superado mi cuota
de comentarios ingeniosos por el día."
2) Escena Eliminada:"¿Quieres que traiga a
Isabelle?"
Isabelle está allí?" Magnus intentó
sonar secamente divertido, a pesar de todo.
Ella - ella, ah, ha pasado la
noche."
"Alec estará encantado de oír eso. A lo
mejor podemos hacer un concurso para ver quién si él o Jocelyn te mata
antes." Magnus rió entre dientes.
3) Escena Eliminada:Los esfuerzos de Clary casi fueron en balde cuando levantó la vista y vio a
Sebastian, apoyándose contra la pared del otro lado del corredor, sus brazos
cruzados, mirándola.
Inmediatamente fue consciente de lo que llevaba puesto. El mismo vestido
caído que llevó en el club, pero sin las botas, su chaqueta y más importante,
sin el rumor que había estado conduciendo la noche anterior, se sintió
desprotegida, vulnerable. "¿Quién me quitó los zapatos?"
"¿Eso es lo que quieres saber?" Sebastian miró incrédulo. "¿Te
desmayas en un club y te levantas cubierta de sangre y lo que quieres saber es
dónde están tus zapatos?"
4) Nombre de
los Capítulos:
Prólogo: Consagrado.
Prólogo: Consagrado.
Capítulo Uno: El Último Consejo.
En el cuál conocemos a algunos nuevos
personajes.
Capítulo Dos: Espinas.
Un lugar con forma de corazón está lleno de
espinas y rosas - Yeats.
Capítulo Tres: Ángeles Malos.
A lo largo de la pared fueron las clavijas,
donde los residentes del Instituto colgaban sus abrigos cuando entraban: una de
las chaquetas negras de Jace seguía colgada de un gancho, las mangas vacías y
fantasmales.
Capítulo Cuatro: E Inmortalidad
"Guíanos de lo irreal a lo real," ella
leyó en alto. "Guíanos de la oscuridad a la luz. Guíanos de la muerte a la
inmortalidad."
Capítulo Cinco: El hijo de Valentine.
Él sabía perfectamente bien que Sebastian la
había besado.
Capítulo Seis: Ningún Arma en este Mundo
"¡Rápido! ¡A la sala de armas!" (Vale, no
es verdad).
Capítulo Siete: Un Cambio Radical
Pues sus huesos están hechos de coral; Estas
son perlas que eran sus ojos: Nada de él se desvanece. Pero sufre un cambio
radical. En algo rico y extraño - The Tempest.
Capítulo Ocho: Prueba de Fuego de Oro.
Ignus aurum probat
Capítulo Nueve: Las Hermanas de Hierro
Lo que dice.
Capítulo Diez: La Caza Salvaje.
Capítulo Once: Atribuyen Todos Los Pecados.
"Pienso que no podré hacerlo," dijo Alec
miserablemente. "Lo siento."
Capítulo Doce: Las Cosas del Cielo.
Las cosas del cielo en este caso es la
substancia de la que están echas las torres de demonio, a veces llamado
diamantes.
Capítulo Trece: La Lámpara de Hueso.
Capítulo Catorce: Como Cenizas.
En la oscuridad, él se veía como el chico que
ella había conocido en Idris antes de que el Círculo se hubiera
formado.
Capítulo Quince: Los últimos de los Morgensterns
Tú y yo, somos los últimos. Los últimos de
los Morgensterns.
Capítulo Dieciséis: Hermanos y
Hermanas.
Había estado paseando por su apartamento
durante la última hora, algunas veces cogiendo su teléfono para ver si Maia le
había escrito.
Capítulo Diecisiete: Despedida.
Nuestras dos almas por lo tanto, las cuáles
son una.
Capítulo Dieciocho: El título tiene
demasiados spoilers.
Capítulo Diecinueve: Amor y Sangre.
"Lo hiciste," dijo él. "Dormiste con
él."
Capítulo Veinte: Una Puerta en la Oscuridad
Todo lo que conozco es una puerta en la
oscuridad. (Seamus Heaney).
Capítulo Veintiuno: Levantando el Infierno
Ya que no puedo llegar al Cielo, voy a
levantar el Infierno.
Epílogo.
Marzo:
"Hey, hermano
pequeño." Era la voz de Sebastian, flotando por debajo del suelo. "¿Está
hecho?"
Hubo un largo
silencio. Entonces Jace respondió, extrañamente claro y sin color. "Está
hecho."
Abril:
1) Capítulo 1: El Último Consejo completo AQUÍ
2)
Clary levantó la vista mientras Sebastian quitaba su mano de su espalda.
Luz que brillaba a su alrededor. Jace se había llevado su piedra de luz mágica.
Él le sonrió, su cara todo ángulos y sombras en la dura y enfocada luz.
"Fácil es el descenso," dijo él.
3) Escena
Eliminada:
Clary estaba en la habitación de Jace cuando él y Sebastian volvieron a la casa. Había encontrado muy poco durante su búsqueda. No había nada en la habitación de Sebastian que pudiera considerarse interesante excepto algunos libros escritos en Latín, y su Latín no era suficiente para leerlos. Había páginas que parecían como si fueran convertidas de una antigua guía, ilustradas con bocetos negros y blancos, clavados en las paredes, pero no parecía haber una conexión entre ellos. En las chimeneas había trozos de ceniza que parecían como los restos de fotografías quemadas, pero se deshicieron cuando intentó cogerlos.
Clary estaba en la habitación de Jace cuando él y Sebastian volvieron a la casa. Había encontrado muy poco durante su búsqueda. No había nada en la habitación de Sebastian que pudiera considerarse interesante excepto algunos libros escritos en Latín, y su Latín no era suficiente para leerlos. Había páginas que parecían como si fueran convertidas de una antigua guía, ilustradas con bocetos negros y blancos, clavados en las paredes, pero no parecía haber una conexión entre ellos. En las chimeneas había trozos de ceniza que parecían como los restos de fotografías quemadas, pero se deshicieron cuando intentó cogerlos.
La habitación de Jace fue la siguiente, limpia como una patena, conteniendo
casi nada de sus pertenencias. Había armas, pero ella no las reconoció, o a los
libros de las estanterías tampoco. Su armario estaba lleno de ropa, pero al
igual que la ropa en la habitación principal, eran en gran parte nuevas: debía
de haberlas comprado en las últimas semanas o así, ya que los precios seguían
colgados en muchas de ellas. No pensó que serían del estilo de Jace. Siempre
había vestido simple - cosas que eran simples, colores sólidos, ropa que le
quedaba bien pero que no llamaba la atención. Era lo suficientemente guapo y no
importaba, había ella pensado siempre; se veía impresionante solo con unos
vaqueros y una camiseta. Y tenía muchos de estos en su armario ahora, pero las
camisetas tenían marcas de diseño, los abrigos y chaquetas eran Burberry y Hugo
Boss y Dolce & Gabbana.
Como la ropa en el armario de Sebastian.
Como la ropa cara que Valentine había usado.
Ella cerró la puerta del armario y se sentó en la cama de Jace, diciéndose
a sí misma que estaba siendo estúpida. Ropa de diseñador no era con lo que
trabajar. Había otras cosas en la habitación que hablan del Jace que ella
siempre había conocido - la limpieza, el preparar sus armas en el aparador en
orden de tamaño, los libros en la mesita de noche. Siempre usaba una daga fina
como punto de lectura; eso no había cambiado. La foto de ellos dos, pegada a la
pared. Incluso el jabón de cítricos en su baño era el mismo que había usado
siempre -
Oyó pasos en la escalera, voces. Sebastian subía: "¿Dónde
está?"
Apenas tuvo tiempo de apagar la luz, meterse dentro de la cama y acurrucar
su cabeza en la almohada cuando la puerta se abrió. Jace estaba de pie enmarcado
por el resplandor del pasillo, Sebastian detrás de él. Se incorporó en el codo,
parpadeando hacia ellos soñolienta a pesar de la carrera de su corazón.
"¿Acabáis de llegar chicos?"
Jace le dio a Sebastian una mirada - una mirada que decía claramente: Te
dije que estaría aquí. "¿No nos has oído subir las escaleras?"
Ella negó con la cabeza. "Lo siento, estaba cansada. Pienso que sigo
exhausta de estar despierta hasta tarde la otra noche." Ella miró a Jace
recatadamente. "Me sentía un poco sola, así que pensé que si me tumbada en tu
cama..."
¿Sueno como si realmente lo quisiera decir? La cara de él se relajó, pero
Sebastian la estaba mirando como si su mirada pudiera atravesarla como al
cristal, y estuviera entretenido con lo que había visto.
Ella se sentó, sacudiendo su pelo hacia atrás, y alcanzó la lampara en la
mesita de noche. "No -" empezó Jace, pero ella ya la había
encendido.
Ella se quedó de piedra. Los dos chicos la miraron, Jace con preocupación y
Sebastian con su usual extravagante borde de medio diversión. Sus ojos oscuros
se encontraron con los de ella con un mensaje que siempre sostenía, el que ella
intentaba no leer: Lo sabemos, tú y yo. Sabemos la verdad.
Pero nada de eso fue lo que la hizo quedarse de piedra. Era que ambos
estaban salpicados de sangre - había una mancha en la mejilla de Jace, manchando
sus mangas, y un poco de su camiseta, sus bordes oscuros y con sangre seca,
aunque la piel debajo estaba sin marcar. Sebastian, por otro lado - Sebastian
tenía sangre incluso en su pelo blanco-plata, y en su ropa, y en sus manos tan
espesa que parecía que usaba guantes rojos. El brazalete plateado que usaba
alrededor de su muñeca dónde su mano se había regenerado estaba manchado de
rojo.
Clary escuchó su propia voz como si proviniera de lejos. "¿Qué ha
pasado?"
"Nos hemos metido en pequeños problemas." dijo Sebastian. "Nada
que no pudiéramos manejar." Inclinó su cabeza hacia un lado. "Estás más
blanca que un fantasma, hermanita. No me digas que no lo has visto peor. Somos
Cazadores de Sombras. Es lo que hacemos."
"Por supuesto," Clary habló mecánicamente. "Es solo que no
querría que os hicierais daño."
"Entonces no tienes de qué preocuparte. La mayor parte de esto no es ni
nuestra sangre."
Ella tragó saliva en su cuello seco. "¿Pues de quién es?"
Agradecimientos a The Mortal Instruments News en Español: http://themortalinstrumentsnews.blogspot.com.es/
By Myra
ostia que pedazo entrada ajjaja
ResponderEliminarcasi me muero al leerla bufff
jejeje
no me e enterao mucho de que iba por que aun voy por el primero (me e echo un poco de lio xD)
bono tiene bona pinta jejeje
bufff(aun me quedan muchos libros para leer ) :S
~~Annie~~
jaja es que había mucha cosa jaja... Bueno mejor que no te hayas enterado de mucho porque si te los piensas leer...
EliminarBy Myra
Yo ya no aguanto más ¿DONDE ESTÁ CASSANDRA CLAR? ¿¿¿¿¿¿¿DONDE??????
ResponderEliminarBy Triss
Tranquila Triss que la venganza se sirve fría...jajaja
EliminarBy Myra